Excursión 28 de Septiembre


¡Qué decir de la primera excursión del año!? El sábado pasado, 28 de septiembre, nos volvimos a juntar los montañeros pequeños tras un verano lleno de buenas experiencias que compartimos ese día, pero a todos nos hacía falta volver a nuestra familia para volver a encontrarnos con Dios en la montaña, lo echábamos de menos.

Fuimos a “Cerro de Valdemartín”, muy cerca de la muy conocida por cualquier montañero “Bola del Mundo”. El clima auguraba un día espléndido para subir a la montaña y así fue; empezamos fuerte con el mejor desayuno: oración los primeros 20 minutos.

Debido al magnífico día pudimos tener una panorámica de Madrid que nos deleitaba mirásemos por donde lo mirásemos.

Tardamos un abrir y cerrar de ojos en subir, pues las conversaciones fluían entre todos los niños y jefes y todos teníamos unas ganas tremendas de coronar, dejar huella (nuestro grito montañero) y disfrutar del silencio de cumbres.

Fue un gran regalo poder haber disfrutado y contemplado la Creación de Dios de primera mano, no sin antes haber hecho nuestro característico grito y el silencio de cumbres, todo estaba alineado para que cualquier montañero se pegase un poco más a Dios desde la montaña.

A continuación, nos pusimos cómodos para disfrutar de las vistas y comer. También fue muy divertido el juego nuevo con el que todos nos reímos, por no hablar de la emocionante partida de ajedrez humano; algunos “insensatos” se dedicaron a dormir la siesta plácidamente. Luego tuvimos la famosa RxP (reunión por patrullas) en la que hablamos sobre la virtud de la fidelidad y hubo mucha interacción entre todos.

Más tarde llego el culmen del día con la misa en la montaña, en la que nos reunimos todos los montañeros, sumamos un gran número entre chicas y chicos.

Por último, bajamos incluso más rápido que en la subida para llegar a los buses que nos esperaban abajo. Era muy gratificante ver nuestras caras quemadas por el sol porque todas estaban acompañadas con una sonrisa. Las familias nos recogieron en el Mater y estoy convencido de que ningún montañero no les contó a sus padres lo bien que lo pasamos.

Todo esto fue posible gracias a Dios, que de la mano de la Virgen María y nuestro patrono San Francisco Javier, velaron por nuestra seguridad y nos regalaron el espectacular día.

A.M.G.D

Un montañero