Como podéis ver en la fotografía, la Congregación Mariana Mater Salvatoris y de San Francisco Javier no tiene fronteras.
El pasado día de todos los Santos tuve la oportunidad de comprobar que los lazos que nos unen a todos tanto aspirantes como congregantes van mas allá de una simple amistad.
En medio del frío que envuelve la ciudad de Chicago, quedé con dos integrantes de la Congregación de Maracaibo y Caracas. Para mí fue una experiencia increíble observar como tres niñas de países tan diferentes podíamos ser tan parecidas, porque lo que nos une es el amor a la Virgen Mater Salvatoris.
Me di cuenta que la espiritualidad que nos transmiten las Madres a través de la Congre es única y a la vez universal. Todos los aspirantes y congregantes estamos llamados a ser de la Virgen allá donde la vida nos lleve, ya sea en Madrid, Maracaibo, Caracas o Chicago.
Tenemos una gran suerte de pertenecer a esta gran familia que no conoce de límites geográficos y estoy convencida que desde el cielo la Madre Félix sonríe al ver como se fortalecen los lazos de unión entre nosotros.
¡A Jesús por María! (En cualquier lugar del mundo)
Josefa Zaldivar Diez de Bonilla c.m.