MONTAÑEROS – Crónicas excursión a la Peñota (27/12)

¿A la montaña? ¿En diciembre? Todos estábamos a la expectativa de lo que nos depararía aquel día, y el Señor nos regaló un tiempo estupendo. Bien abrigadas salimos en autobuses del colegio hacia la «Peñota», en la Sierra. Y ¡parece que a la tercera va la vencida!: esta vez SÍ que pudimos subir hasta la cima que nos habíamos propuesto. La subida la hicimos sin prisa, a un ritmo tranquilo, parando varias veces a descansar y a hacer guerra de bolas de nieve. Más de una acabamos caladas; otras, más espabiladas, se llevaron sprays de nieve artificial… ¡jugaban con ventaja!

 
 
En una de las paradas tuvimos la suerte de encontrarnos a Paolo, el seminarista coreano de los Discípulos que nos acompañó en las convivencias de las Hurdes y a quien todos tenemos tanto cariño. Nos hizo mucha ilusión verle, estaba pasando un día en la montaña en compañía de unos amigos.
 
Finalmente llegamos a la cima. Coronamos y cantamos el himno disfrutando de unas vistas maravillosas, ¡se veía todo con tanta claridad! ¡Qué tiempo tan despejado!
 
 
En la cima pudimos aprovechar un buen rato para hacer oración, meditamos sobre el Misterio de la Navidad y la necesidad de quitar los obstáculos de nuestro corazón para dejar entrar al Señor. Aunque ya hubiese pasado el propio día 25, aun seguíamos en Navidad y estábamos a tiempo de hacer un huequito al Niño Jesús recién nacido.
 
Comimos sin quitar la vista de las montañas y comenzamos la bajada. A mitad de camino paramos en una explanada para tener la RxP. El tema:  las virtudes de la prudencia y la justicia, relacionadas con el galón de delicadeza y con la insignia de patrulla unida.
 
 
Al terminar bajamos lo que nos quedaba «metiendo el turbo», como dijo Mariaje, porque llegábamos tarde. La vuelta en el autobús estuvo animada por historias contadas de una manera bastante peculiar que nos sorprendió a todas y nos hizo reír. Ya en el cole celebramos Misa y cantamos a la Virgen; la mejor manera de terminar un día tan espléndido y tan lleno de gracias.
 
Marta González- Ruano Calles
pañoleta roja – 1º Bachillerato