Llego el día 27 de diciembre y a 4 días del final del año nos esperaba la última excursión del año 2014. Eran las 8:30 de la mañana de un sábado, pero no un sábado cualquiera, un sábado de montañeros. Te daba pereza levantarte tan pronto pero cuando llegabas al parking del mater ya todo te daba igual, estabas con tus amigos y amigas, y sabias que te lo ibas a pasar genial.
Llegaba el momento de coger los buses y poner rumbo al pico Abantos. Llegamos al Escorial entre a las 10, y desde la estación de autobuses empezaba nuestra marcha. Subimos callejeando un poco hasta el principio del sendero. Y una vez allí al principio del sendero calentamos tobillos, gemelos y caderas. Luego hicimos las oraciones de la mañana y el rato de oración mientras ascendíamos, Pablo momentos antes nos había dado consejos y puntos sobe los que rezar durante el rato de oración.
La marcha la habría Jaime que subía a velocidades de vértigo, y todos le seguíamos a un buen ritmo cosa que no era fácil porque ese día BATÍAMOS RECORD DE ASISTENCIA CON 48 CHICOS!!! Cuando llegó la primera parada se agradeció bastante y aunque estábamos cansados nos daba igual porque íbamos entre amigos.
Y llego el momento de seguir ascendiendo hacia la cima. Llego el momento de la siguiente parada, donde el curso anterior hubo un rio helado que servía de tobogán, y aunque hacia frio los chavales decidieron montarse una guerra de bolas de nieve, a la que se acabaron sumando hasta los jefes. Luego tomamos algo para reponer fuerzas y poder hacer el último tramo.
Seguimos subiendo todos juntos y cuando veías el paisaje desde la cima te dabas cuenta de todo lo que habías subido y de que había merecido la pena. Ya en la cima hicimos el grito y el silencio de cumbres, y nos bajamos a un llano al lado del pico para dejar a las montañeras pequeñas hacer su grito y su silencio de cumbres.
Cuando llegamos al llano llego la hora de comer en la que nos dividimos por amigos y nos fuimos a comer por ahí cerca. Luego tuvimos un rato de descanso para reposar la comida. Cuando acabó el rato de descanso comenzamos a bajar, la bajada fue mucho más rápida y menos casada pero hicimos alguna parada para reagruparnos y seguir bajando todos juntos. Al llegar al comienzo del sendero nos paramos a descansar y a esperar a los últimos. Después nos fuimos hacia el pueblo y nos sentamos por patrullas en la plaza de fuera del monasterio del Escorial, para hacer la RXP (reunión por patrullas).
Después de la reunión nos pusimos de camino hacia el autobús para ir dirección Madrid. Al llegar al mater nos dirigimos hacia la capilla para celebrar todos los montañeros y montañeras la Santa Misa. Una pena que no estuviese el padre Paco que se le echo en falta. Al acabar la misa dimos gracias por el gran día que habíamos tenido y nos despedimos todos para volver a casa.
Bosco Gimeno Calvo 1ºbach