El día 24, aunque casi a final de Enero, las montañeras inaugurábamos el año con la primera excursión del 2015. Como siempre a las 8.30 estábamos todas ya en el colegio, pero la excursión iba a ser muy distinta. Ya de camino hacia la montaña en los autobuses se veía en la cima muchísima nieve. En el mismo autobús las jefas explicaron el plan del día, habían preparado ¡una gymkana en la nieve!
Nada más llegar arriba lo primero de todo, ofrecimos el día, y ¡qué día!, muchísima nieve, ninguna nube y sol, así que hicimos el ofrecimiento agradeciéndole a la Virgen que nos lo hubiese regalado.
Organizadas por patrullas, cada una con su jefa, mapa y pañoleta empezamos a correr por la montaña para ser las primeras en superar todas las pruebas. Hicimos bailar a los montañeros del camino, cada patrulla hizo su muñeco de nieve personalizado, nos tiramos por la nieve (varias veces), subimos, bajamos, y aunque no todas las patrullas consiguieron las cinco insignias no importó, lo pasamos fenomenal.
Descansamos un poco y mirando hacia la cima dedicamos a Jesús un rato de oración en el que aprovechamos para pedirle que, como a San Pablo, nos convirtiese en sus apóstoles de la mano de la Virgen.
Empezamos después a bajar y encontramos una cuesta perfecta por donde tirarnos con las capas de agua a falta de trineo. Nos costó un poco hacer el recorrido pero tirando unas de otras nos deslizamos por toda la montaña.
Bajamos ya a los autobuses y de vuelta al Colegio. Fue una salida más corta de lo habitual, pero aunque duró sólo medio día, lo aprovechamos igual y pudimos estar con nuestras patrullas de otra manera, siempre en compañía de la Virgen, que un día más nos regaló una excursión de montañeras increíble.