CARIDAD EN FAMILIA – 28FEB

El sábado 28 de febrero tuvimos una nueva cita de Caridad en Familia. Fuimos a Los Molinos, al asilo de las Hermanitas de los Pobres donde ya habíamos estado en otras ocasiones; en concreto habíamos estado con ellos en Navidad y teníamos ganas de verlos de de nuevo y encontrarnos con Tomás, con Esperanza, con Viviano, Felipa, Maritere etc

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Quedamos como siempre en la puerta del Colegio, y desde ahí iniciamos el camino al asilo; al llegar y antes de entrar, nos encomendamos a la Virgen para ponernos en sus manos y ofrecerle nuestro tiempo y nuestras ganas de ayudar.

Al entrar ya estaban todos los ancianos en la sala, ¡¡esperándonos para jugar al bingo!!. Una vez repartidos los cartones fuimos buscando los números que iba entonando una de las monjitas. Fue entrañable cómo los niños ayudaban a los ancianos y los ancianos revisaban los cartones de los niños, cómo el nerviosismo de cantar bingo se convertía en complicidad… . Por supuesto, entre todos los ancianos los había también más parcos en palabras, bien por carácter o por impedimento físico, y no todas las mesas eran tan divertidas, pero la naturalidad de los niños una vez más nos daba una lección de cómo saber estar y respetar con cariño. Felipa y Eulogio se hicieron con la victoria al grito de bingo… aunque más bien gritaban los niños que la rodeaban!!. El premio fueron unos bombones, que fueron generosamente compartidos.

Entre partida y partida, aprovechamos para merendar. Las monjitas sacaron chocolate caliente y nosotras pasamos bandejas con los bizcochos y demás dulces que habíamos llevado. Fue un éxito, especialmente el bizcocho recién hecho de Beatriz, que además de riquísimo estaba hasta caliente de lo recién hecho que era!!!

Una vez terminado el juego y la merienda, recogimos la sala y acompañamos a los ancianos a la capilla, donde rezamos el rosario, dirigido micrófono en mano por los niños.

Eran ya pasadas las 19.30 y su hora de cenar, así que acompañamos a los ancianos al piso de arriba y nos despedimos de ellos hasta la siguiente visita que… ¡¡esperamos sea en breve!!!

La directora nos agradeció especialmente el dinero y demás enseres que llevamos de parte de muchas otras familias que no habían podido acudir.

Una vez más iniciamos la vuelta a casa, con una alegría especial y el sentimiento de que siempre recibes mucho más de lo que das.