Día 1: 25 de noviembre
ORACIÓN INICIAL
Tú, Señor, encendiste en el corazón de Javier un celo ardiente por la salvación de las almas. Haz que, uniéndonos a Ti, prenda en nosotros ese mismo fuego apostólico que nos lleve a gastarnos y desgastarnos por el bien de nuestros hermanos. Por Cristo, nuestro Señor.
INFANCIA EN EL CASTILLO DE JAVIER
Francisco Javier nace el 7 de abril de 1506 en el castillo de Javier, Navarra, y es el menor de cinco hermanos. Sus padres, matrimonio de honda fe y de vida intensa de piedad, se preocuparon de transmitir a sus hijos la fe que ellos habían recibido, dejándosela como mejor herencia.
Durante su infancia comenzaron a resaltar algunos de los rasgos más definitorios de su personalidad: el afán de luchar por sus ideales y por las causas que consideraba justas, su fuerte carácter o sus deseos de aspirar siempre a “más”. En un futuro estos rasgos, impregnados por la gracia de Dios, dejarán de estar enfocados a buscar los ideales mundanos que en un momento tanto anheló, para llevarle a hacer cualquier cosa por Cristo, incluso hasta dar la vida por Él.
Ya desde niño, acostumbraba a resumir sus impresiones del día en la capilla del castillo ante la imagen del Santo Cristo de Javier, por el cual siempre tuvo una gran devoción. Tan grande era su devoción, que durante un tiempo temió ir a visitarlo, pensando que por haberse comportado mal con un primo suyo, aquel Cristo dejaría de sonreír.
Javier, desde siempre, estuvo muy dentro del Corazón de Cristo; y Cristo, sin que el pequeño Francisco se diera cuenta, quiso estar siempre presente en su joven corazón. Y lo estuvo de tal modo que, con el tiempo, dirían de él: “Parece una imagen viva de Cristo crucificado”.
Petición. Padre nuestro, avemaría y gloria.
ORACIÓN FINAL
Señor Dios nuestro, Tú has querido que numerosas naciones llegaran al conocimiento de tu nombre por la predicación de san Francisco Javier; infúndenos su celo generoso por la propagación de la fe y haz que tu Iglesia encuentre su gozo en evangelizar a todos los pueblos. Por Jesucristo nuestro Señor.