Día 4

SanFranciscoJavier

Día 4: 28 de noviembre

ORACIÓN INICIAL

Tú, Señor, encendiste en el corazón de Javier un celo ardiente por la salvación de las almas. Haz que, uniéndonos a Ti, prenda en nosotros ese mismo fuego apostólico que nos lleve a gastarnos y desgastarnos por el bien de nuestros hermanos. Por Cristo, nuestro Señor.

LA CONVERSIÓN DE JAVIER

Por fin, la estrategia de Ignacio y su constancia acabaron rindiendo el corazón altivo de Javier.

Iñigo le había contado su vida, sus pecados, el itinerario de su conversión… Por último, decide abordarle directamente: “Javier, ¿de qué te aprovecha ganar todo el mundo si pierdes tu alma?

Esta frase del evangelio le llegó al alma y no le dejaba ya descansar ni de día ni de noche. Javier pedía luz y fuerza y, por fin, ¡la gracia venció! Ante la figura de Jesucristo y su seguimiento se hundieron en la nada sus vanos ensueños del futuro y toda la gloria y honra que aspiraba alcanzar en el mundo le pareció nada. Cristo le invitaba a glorias mayores, a poseerle definitivamente.

Cuando llegó el verano de 1533, estaba ganada la batalla: ¡Javier estaba volcado a Dios! desde ahora será discípulo e hijo predilecto de Ignacio.

Hizo con gran fervor el Mes de Ejercicios Espirituales y el 15 de agosto de 1534, en la Capilla de San Dionisio de Montmartre, pronunció, junto con los otros seis primeros compañeros de Ignacio, los votos de su entrega total y definitiva a Jesucristo.

Petición. Padre nuestro, avemaría y gloria.

ORACIÓN FINAL 

Señor Dios nuestro, Tú has querido que numerosas naciones llegaran al conocimiento de tu nombre por la predicación de san Francisco Javier; infúndenos su celo generoso por la propagación de la fe y haz que tu Iglesia encuentre su gozo en evangelizar a todos los pueblos. Por Jesucristo nuestro Señor.