Crónica pequeños 18 de febrero

Una vez más los Montañeros del Mater Salvatoris nos decidimos a ir al sitio que más nos gusta y nos identifica, la montaña. Ya llegó la tan esperada marcha de febrero, no nos faltaban ganas y no nos importaba madrugar para pasar un día tan divertido, viendo además que las previsiones meteorológicas eran bastante positivas.

1

Montañeros estirando antes de la excursión

Después de media hora de autobús llegamos por fin a Cercedilla, que era de donde partíamos para empezar a caminar. Cómo siempre antes de empezar nuestra gran excursión era necesario hacer el calentamiento para estar muy fuertes a la hora de subir. No solo es importante calentar el cuerpo por fuera, sino que también nos calentamos por dentro haciendo una oración inicial ya que contábamos con el hermano Tomás Sastre que nos dirigió unos puntos breves para la primera media hora caminando que era en silencio.

2

Ya después de la media hora de oración y un rato largo caminando y hablando con nuestras patrullas conociendo a los que venían por primera vez y hablando también con nuestros jefes, por fin llega la primera parada para rellenar cantimploras y reponer fuerzas tomando algo de picar que nos habían preparado nuestras buenas y santas madres.

3

Según íbamos avanzando en el camino se iba notando más el cansancio, pero no se perdían ni las ganas ni la esperanza por llegar hasta la cima. Cómo siempre decimos un montañero no deja nada a medias, siempre quiere llegar a lo más alto para estar lo más cerca de Dios posible.4

Según nos acercábamos iba apareciendo mucha nieve y estábamos deseando llegar para jugar con la nieve a lo que a todos nos gusta. En cuanto llegamos a la cima de la montaña la Peñota que era nuestro objetivo, como buenos montañeros lo primero que hicimos fue cantar nuestro himno y pegar nuestro grito del Más, Más y Más con toda la alegría que teníamos de haber llegado. Posteriormente tuvimos cada uno un rato de silencio para contemplar las vistas tan maravillosas dando gracias a Dios por toda la creación.

5

76

 

 

 

 

Nos reunimos con nuestras respectivas patrullas para tener la RxP que nos habían preparado los jefes para hablar de temas muy interesantes. Y luego llegó el momento que todos esperábamos con muchas ganas, la comida. Todos sacamos lo que llevábamos para también compartir con nuestros amigos los que habíamos traído.

Después de la comida y jugar mucho con la nieve, llega el momento más importante del día, la misa. Qué suerte teníamos de poder tener una misa en medio de la montaña donde el templo es toda la creación.

98

 

Finalmente, ya nos decidimos a bajar para volver y que no se nos hiciese de noche, para llegar a Madrid a nuestras casas a contar a nuestros padres todo lo que hemos hecho y lo bien que lo hemos pasado, y nos fuimos teniendo muy presente el gran lema de montañeros para dar todavía más en la siguiente excursión.

Más, Más y Más.