Ascensión a Abantos

El pasado sábado 7 de octubre, los montañeros Mater Salvatoris volvimos a ponernos las botas tras el parón veraniego, con el objetivo de ascender Abantos. Un año más los Montañeros Mayores estábamos preparados dispuestos a subir a la cima por María.

A pesar de que nos fue duro a todos el madrugar, las 8:30 estábamos todos ya en el Mater preparados para dirigirnos a la montaña –a pesar de que a alguno se le pegó más que a otros las sábanas-.

Nada más bajar del bus empezamos a calentar para evitar lesiones. Después, uno de nuestros jefes nos dio unos puntos de oración recordándonos lo afortunados que éramos por estar allí, y comenzamos la marcha con la media hora de oración  para poner a los pies de la Virgen el gran día que nos esperaba.

Ya que era la primera excursión del año, nos costó más coger el ritmo en comparación con otras veces; además de que el jefe que guiaba empezó fuerte. Tuvimos los mayores la gran suerte de subir por la cresta derecha de Abantos pudiendo disfrutar de unas vistas muy cercanas del Valle de los Caídos. Pasado el mediodía, sobre las 13:00, los mayores coronamos la cima y, una vez allí, cantamos el himno montañero y después tuvimos silencio de cumbre. A continuación, tuvimos la RXP (reunión por patrullas) en la que el tema principal fue “¿Qué significa ser un montañero?” Nada más terminar nos reagrupamos todos para comer juntos.

Después de un merecido descanso empezamos a bajar, para poder celebrar la Misa con todo el grupo de montañeros, tanto chicas como chicos pequeños, y así, tener un momento para dar gracias.

Finalmente, cogimos el autobús y volvimos al colegio con las pilas cargadas para ser montañeros dge María en nuestro día a día.

Un montañero