Bajo el manto de la Virgen nos reunimos el domingo 27 de Enero, para una sesión de cine muy especial, preparada y cuidada al detalle con gran cariño y esfuerzo.
Muchas gracias a todos los que hicisteis posible esta tarde entrañable y maravillosa, también al director de la película Juan Manuel Cotelo, por unirse a nosotros y darnos claves tan valiosas.
Tras ubicarnos en los sitios que con “mimo” nos habían sido asignados, escuchamos a Gonzalo Ulloa, presidente de la Congregación Mariana, recordándonos que uno de los objetivos de Mater Familias -apostolado de las familias de la Congregación- es acercarnos y unirnos más a las familias del colegio y así lo pedimos rezando a nuestra Madre.
Después comenzó la proyección de la película “El Mayor Regalo”, que muestra la Gracia que Dios concede para perdonar, incluso en situaciones extremas, para ello hace un recorrido a través de distintas historias y testimonios de perdón:
La historia de Tim Guenard, quién tras una infancia muy dura de abandono y una juventud guiada por el odio y el deseo de venganza, tiene la experiencia de perdón a través de un sacerdote y la experiencia de ser amado y poder formar una familia. Va aprendiendo que el presente puede ser más fuerte que el pasado, que el miedo es una cárcel, la necesidad que tenemos de ser amados y que el perdón es un acto muy difícil, pero con ayuda es posible.
La experiencia de Irene Villa, víctima de un atentado terrorista, su asombrosa capacidad de superación y perdón, su vida refleja que las circunstancias no determinan y uno puede elegir mirar hacia adelante, no vivir en el rencor, no dejar que el miedo te paralice y liberarse perdonando para poder ser feliz y disfrutar de todas las maravillas que la vida nos ofrece. Irene fue capaz de reunirse con el ex-líder del IRA, Shane O’Doherty, que en la película da testimonio sobre lo aprendido tras los asesinatos cometidos y pide perdón a las víctimas.
El testimonio de un matrimonio, que tras vivir una crisis, su separación y una etapa de sufrimiento, muestra la capacidad de perdonar que Dios nos regala, cómo sostienen la fe y la oración en los momentos difíciles, y logran tras el perdón, comenzar una nueva vida sin reproches, sin juzgar al otro, partiendo de cero y amparándose en la Virgen.
También vimos impresionantes momentos de encuentro entre antiguos miembros de Autodefensas Unidas de Colombia, la organización paramilitar que dejó muchas víctimas en el país, y sus víctimas para pedirles perdón y reconocer el daño causado.
Sobre el genocidio de Ruanda de 1994, muestra cómo incluso en circunstancias tan difíciles, a través del perdón es posible comenzar una convivencia alegre y en paz entre personas que habían asesinado y víctimas.
Si la película tocó nuestros corazones, además tuvimos la oportunidad de escuchar a Juan Manuel Cotelo, que nos habló de la experiencia vivida a través de esta película, desde el momento en que los antiguos dirigentes de grupos paramilitares de Colombia le solicitaron que hiciese la película para, a través de ella, tener la oportunidad de pedir perdón, el contacto que tuvo con las personas que dan su testimonio de perdón en la película, nos contó cómo fue su visita a la cárcel, en la que iba saltándose todos los consejos que le habían ido su seguridad, acercándose a los presos y confiando como tomado de la mano de la Virgen.
Nos invitó a que no tomáramos una actitud de meros espectadores de la película, a que provoque un cambio en nuestra vida y hagamos vida aquello que hemos estado viendo, a vivir la Fe.
Nos animó a tener muy presente siempre que Dios nos ama a todos, como somos y que esta experiencia de amor nos debe mover a amar a los demás, también hijos de Dios, sin rencor, sin juzgar, sin pensar mal… Asumir que no podemos solos, pedirle ayuda a Dios, para pedir la gracia de perdonar de corazón y también la disposición para ser perdonados, es muy importante la oración, siempre tiene respuesta.
Nos instó a anunciar la Buena Noticia, acompañando a otros en sus dificultades y favoreciendo que acudan a Dios, así como fomentar en nuestro entorno el amor, en lugar del odio.
Esa tarde recibimos un auténtico regalo, salimos de allí con mucha esperanza, con la certeza de que, con la ayuda de Dios, todo se puede, también perdonar y ser perdonados.
Beatriz