
Una vez más llegó lo que todos estábamos esperando: la excursión mensual de montañeros. Además, en esta ocasión, iba a ser especial pues era la primera del año. Como siempre, fuimos citados a las 8.30 para partir. El objetivo esta vez era el monte Abantos de El Escorial.
Nada más llegar al colegio estuvimos charlando y contando nuestras anécdotas de Navidad hasta que nos subimos al autobús para salir.
Se esperaban muchas lluvias así que todos íbamos muy bien preparados. Cuando bajamos del autobús ya estaba lloviendo.
Lucas dirigió los estiramientos y el Padre Luis nos enseñó la importancia del silencio del principio de la excursión, y como en todo momento, hay que ofrecer nuestro cansancio y sufrimiento; puntos que utilizamos para la oración inicial.
Empezamos a subir con lluvia, pero al cabo de un rato dejo de llover. Continuamos subiendo mientras charlábamos y, al cabo de un rato, paramos para cerrar los huecos que se habían hecho por el diferente ritmo de los montañeros.
Cuando reanudamos la marcha, Koke que era el que dirigía el grupo, cogió un atajo; este camino era mucho más empinado así que nos tocó cansarnos un poco más y ofrecérselo al Señor como nos había sugerido el Padre Luis.
Al cabo de un rato volvimos a parar donde ya empezaba a haber nieve. En ese momento, empezó una divertida batalla de bolas que nos permitió descansar un poco.
Seguimos subiendo y comenzó a nevar. En esta excursión fue imposible llegar a la cima por las condiciones meteorológicas pero aun así subimos bastante alto. Cerca de la cumbre hicimos el grito, y el silencio de cumbres fue un poco más abajo porque arriba estaba nevando mucho.
Al finalizar el silencio de cumbres continuamos bajando y paramos a comer. Al terminar de comer hicimos algunos juegos. De camino al Mater, en el autobús, aprovechamos para rezar el Rosario y descansar. Cuando llegamos al Colegio nos cambiamos e hicimos la RxP (reunión por patrullas) en la que hablamos de la importancia de la amistad y como distinguir a un buen amigo, centrándonos en la amistad con Cristo.
Esta intensa jornada invernal que fue una oportunidad más de disfrutar de la montaña y de acercarnos a Dios, de la mano de María, terminó con una misa en el Colegio.
Fdo: Jaime Reina.