Tras un campamento y un curso lleno de actividades y excursiones, las montañeras medianas nos fuimos con gran ilusión a nuestra tan esperada acampada anual. Llegamos con el corazón rebosante de ganas de estar un fin de semana entero de la mano de nuestra Madre. Esta acampada era realmente especial, ya que coincidía con la Anunciación y la querida fiesta Mater.
El viernes 24 de marzo nos reunimos en el parking del colegio y por la tarde llegamos a Almorchones, en Navacerrada. Después de organizar habitaciones y maletas, las jefas encargadas de la ambientación nos contaron que este año la corona de la Virgen se había perdido, con sus doce estrellas, y que teníamos que ayudarla a buscarla durante la acampada. Después de la cena, tuvimos un juego por patrullas en el que tenían que hacer distintas pruebas para llegar al Cielo.
El día de la Anunciación, 25 de marzo, lo celebramos con una excursión. Fuimos a la Maliciosa desde el campamento. Tras recoger el picnic y nos pusimos en marcha. Todo el rato fuimos cantando, alegres, celebrando el día Mater y cantando con especial cariño a la Virgen. Después de llegar a la cima, cantamos todas juntas el himno de montañeras, tuvimos el silencio de cumbres para admirar la Creación de Dios y dar gracias y comimos el picnic que con tanto cariño nos habían preparado. Mientras bajábamos, todas las patrullas nos dedicamos a organizar la velada de esa noche con especial ilusión.
El último día el domingo, tras un Gran Juego lleno de risas, alegría y carreras por todo el campamento, hicimos un taller para tener la imagen de la Virgen. Por último, tuvimos el izado final y la entrega de pañoletas e insignias. Con el corazón lleno y felices, volvimos a Madrid con las ganas de vivir el campamento.
Cristina Pfost, Pañoleta Azul.