El pasado Domingo 28 de enero, los Montañeros Mater Salvatoris nos reunimos en el aparcamiento del colegio, una vez más, para empezar bien el año. Desde el primer momento podía verse en las caras de niñas y jefas que nos esperaba un día espectacular. Las ganas fueron aumentando según los autobuses se acercaban a la sierra y cada vez se observaba más y más nieve.
Con las mochilas al hombro y bien abrigadas, nos bajamos de los autobuses. La blanca montaña nos esperaba. Anduvimos hasta encontrar una explanada donde, por patrullas, pusimos el día en manos de la Virgen, comenzando la marcha con un ratito de silencio; ofrecimos el frío, el cansancio y las alegrías también.
Entre gritos y risas y, sin darnos casi cuenta llegamos a la primera parada, en la que preparamos una emboscada a unas cuantas montañeras que se habían quedado atrás. ¡Una guerra de nieve, pero de las de verdad! Más adelante, en el camino, encontramos unas pendientes estupendas que se convirtieron en las pistas perfectas para tirarnos en los trineos que llevaban nuestras jefas. Y Cuando todas nos hubimos deslizado montaña abajo, comenzó el concurso de muñecos de nieve en el que cada patrulla dio lo mejor de sí haciendo unos muñecos muy originales. A pesar de que sólo uno fue el ganador, todas lo pasamos genial.
Debido a la nieve no pudimos coronar, así que, tras un rato de oración que pudimos dedicar a Jesús y María dándoles gracias por todo lo que nos regalan, comimos para recuperar fuerzas. Y es que, despues de comer nos pusimos otra vez a correr para ganar la yincana que las jefas habían preparado.
Después de tener la reunión por patrullas donde aprendimos un poco más acerca de nuestro himno subimos a los autobuses de vuelta al colegio, donde, todos los montañeros juntos, celebramos la santa misa para terminar un día increíble de la mejor forma posible.